A mediados del mes tuvimos una inspección de crotales de la Diputación Foral de Bizkaia. Un crotal es el “pendiente” que se pone en la oreja de cada animal al nacer para tener todas nuevas becerras, novillas y vacas identificadas. Así, a la primera semana de su nacimiento se pone un crotal a una becerra o becerro con su número de identificación, número que le acompañará toda su vida. A cada granja se le da un lote de crotales que, al ir naciendo animales, va usando. A la vez que poner el crotal en el animal, hay que apuntar en el Libro de la Explotación dicho número, el nombre del animal (si lo tiene), el número de crotal de la madre, el sexo del animal recién nacido, su raza y la fecha del alta en la Oficina Comarcal Agraria. La OCA se encarga de hacer un documento de identificación del animal y el animal recibe el equivalente de un DNI, en este caso su DAI. La inspección es para verificar que se emplean los crotales cronológicamente y que todos los animales están debidamente identificados.
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