Continuamos este mes con otro ejemplo de biodiversidad agraria, aunque, como con todas las plantas domesticadas para la alimen- tación se encuentra en la flora natural, en Pirineos, por ejemplo, sin ir más lejos. La planta es, de hecho, nativa a las zonas templa- das del centro y norte de Europa y el norte de Asia, donde prefiere suelos fértiles y húmedos. Aunque resistente al frío, se nota un des- censo en la cuantía de bayas cuando coinciden temperaturas frías en época de floración. Será interesante ver que tipo de cosecha tenemos este año teniendo en cuenta que la temperatura está siendo muy variable aunque también es cierto que nuestras grosellas son para nuestro propio consumo y no están plantadas en suelos muy fértiles. Las grosellas están ricas en vitamina C y se emplean en muchas recetas e incluso en bebidas alcohólicas como el cassis francés. Se emplean tanto las bayas como las hojas en la medicina tradicional y en la prepa- ración de tintes. La grosella roja (Ribes rubrum) pertenece a la misma familia y también es nativa al norte de Europa. |