Vista Alegre Baserria La alimentación de las vacas 3.2-La alimentación de las vacas lecheras en relación con el medio ambiente
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3.2-La alimentación de las vacas lecheras en relación con el medio ambiente PDF Imprimir E-mail


* Minimización del empleo de la energía fósil

Distintos factores influyen en la posibilidad de reducir la cuantía de energía fósil empleada en la alimentación ganadera, un requisito importante en la agroecología:
* Producción local, preferentemente en las tierras de la propia granja, que minimiza el gasto energético en transportar forrajes y suplementos.
* Pastoreo, ya que el movimiento del ganado tiene un gasto energético, pero renovable. Hoy día y en Euskal Herria, la cosecha de forrajes implica emplear energía fósil, por lo que hay que maximizar el pastoreo y minimizar las temporadas de estabulación de las vacas. El pastoreo también permite la aportación de abono natural minimizando así los gastos energéticos implícitos en echar la basura animal de las cuadras o de importar y transportar abonos minerales a los prados de la granja.

segando

esparciendo purín


* Alimentación en base a plantas nativas o adaptadas a la zona, que aprovechan mejor los recursos locales (del suelo, el agua, etc) y requieren menos aportaciones de materiales de apoyo (fertilizantes, etc – que, a su vez, suponen costes energéticos en su producción, transporte y aplicación) y tienen implicaciones para la lucha contra la crisis climática.
* Producción sin el empleo de productos químicos de síntesis que equivalen a grandes cuantías de energía fósil.

De esta manera, los sistemas de alimentación ganadera fuertemente dependientes en importaciones a la granja de todo tipo de alimento, particularmente, por ejemplo, la importación de elementos como la soja desde otro continente, son muy costosos en términos energéticos y contradicen la filosofía de la agroecología. En los casos en que no se puede producir todo el alimento ganadero en una misma granja por motivos de clima, geomorfología u otros factores físicos, se puede plantear reducir la carga ganadera o importar los suplementos desde la zona más cercana posible en términos geográficos.

* Maximizar la biodiversidad
Otra función importante que el modelo agroecológico atribuye a la alimentación ganadera es el mantenimiento y/o mejora de la biodiversidad natural o agraria en cada granja. Los prados y las praderas naturales o semi-naturales, o resembrados muy infrecuentemente, poseen una biodiversidad florística que aumenta con el tiempo, hasta tener mas de 100 especies de múltiples familias botánicas. No todas estas especies tienen interés nutricional para el ganado, incluso algunas son tóxicas, pero sí contribuyen a mantener los habitats y las redes tróficas que en su globalidad mantienen los propios prados (diferentes especies de plantas dan refugio y alimento a diferentes seres vivos como los insectos, avifauna y la micro fauna del suelo: por ejemplo plantas como el diente de león o la pamplina atraen las abejas, importantes para funciones como la polinización) y otros habitats de sus alrededores.

El monocultivo, aunque sea para forrajes, reduce drásticamente la biodiversidad y los nichos y habitats disponibles para la fauna silvestre con impactos en la estabilidad y buen funcionamiento de parcelas concretas de una granja, la granja en su conjunto y las tierras de sus alrededores.


Alta biodiversidad


Monocultivo de foraje



* Conservación del suelo

Siempre y cuando la carga ganadera sea apropiada, la persistencia de la cobertura vegetal de los prados y las praderas ayuda a conservar los suelos, evitando la erosión y el arrastre del suelo. De los ray-grass, el inglés es el que más resiste el pisoteo de los animales, pero también hay especies de plantas de menor interés forrajero en los prados del caserío Vista Alegre que, sin embargo, contribuyen a mantener la cobertura vegetal al resistir bien el pisoteo del ganado (por ejemplo, la zanahoria silvestre -Dauca carota- o la bolsa de pastor – Capsella bursa-pastoris). Se trata de lograr un buen equilibrio ya que tampoco interesa la colonización de toda la pradera por este último tipo de especie.


* Crisis climática

Hay distintas maneras en que el modelo agro ecológico de la ganadería aporta a la superación de la crisis climática:
• reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI)
• fijación del carbono en el suelo
- reduciendo la liberación de carbono de los suelos
- aumentando la secuestración de carbono en los suelos

Algunas de las claves son:
- Todos los esfuerzos del modelo de ganadería agro-ecológico por minimizar el empleo de la energía fósil (ver arriba) suponen una contribución directa a combatir la crisis climática, al reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de los combustibles fósiles. Uno de los puntos clave es, una vez más, basar la alimentación del ganado en recursos locales: evitar el empleo de concentrados basados en alimentos importados, equilibrar el tamaño del rebaño con recursos propios/locales y maximizar el empleo de forrajes locales con contenido proteínico son maneras muy eficaces de las granjas lecheras de reducir su impacto en la crisis climática.


Soja de Argentina: 10500 km


Alfalfa seca de Palencia: 250 km


Forraje “verde” del caserío: 100m – 2km


Vacas pastando los prados del caserío: 0km



- La desintensificación de la carga ganadera que supone sustituir ganaderías intensivas de leche de vacuno a ganaderías en base a pastoreo supone menores emisiones y emisiones más difusas de GEI como el metano (CH4). En una situación óptima, en los casos en que se logra una carga ganadera equilibrada en un sistema de gestión de prados y praderas que no implica suplementos de alimentos ni el empleo de fertilizantes, la cuantía de carbón secuestrado supone mayores ventajas que las desventajas que suponen las emisiones de CH4 y N2O (óxido nitroso) del ganado.
- El mantenimiento de la cobertura vegetal de los prados mediante la correcta carga ganadera y gestión de las praderas también ayuda en la secuestración del carbono, al evitar la liberación de CO2 al arar la tierra para cultivarla (arar la tierra acelera la descomposición de materia orgánica, incluyendo la oxidación de carbono a CO2 al calentar la tierra, al romper terrones de tierra o al introducir residuos de la superficie del suelo en zonas más húmedas), o por mantener una carga ganadera que no sobrepasa la capacidad de la vegetación de mantenerse, por ejemplo. En este sentido son de gran interés las especies de hierbas perennes, como el ray-grass inglés.

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