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2-Nutrición animal PDF Imprimir E-mail

La primera cuestión es, por tanto, saber qué características nutritivas interesan para optimizar la alimentación de las vacas lecheras para su propio desarrollo y salud. Se suelen hacer referencia a los siguientes elementos:

Aporte energético (kJ)
Proteínas (g)
Lípidos (g)
Glúcidos (g)
Minerales (mg)
Vitaminas (mg)
Agua (l)

El modelo agro-ecológico en el contexto de la soberanía alimentaria trata de satisfacer conjuntamente estas necesidades lo mejor posible con los recursos locales disponibles en el propio caserío o granja. En este contexto el pastoreo o el empleo de las plantas de los prados y las praderas del propio entorno de un caserío o una granja como forraje es fundamental. Cuando se identifican los elementos que pueden aportar dichos prados se puede visualizar (a) la necesidad o no de introducir otras especies (no locales pero capaces de adaptarse) a los prados (b) la necesidad de suplementar la alimentación con materias primas importadas a las granjas y cuáles de éstas son las más adecuadas desde el punto de vista de todos los objetivos de la agroecología en el contexto de la soberanía alimentaría (apartado 3) y (c) la comparación de la alimentación de las vacas lecheras en base fundamentalmente a forrajes locales con los sistemas de alimentación en base a un empleo intensivo de concentrados o piensos importados.

A efectos de la información que se ofrece a continuación, hay que tener en cuenta que la concentración de distintos elementos nutritivos en los forrajes depende de la interacción de varios factores: el tipo de roca madre y/o suelo, las especies de plantas, el estado de madurez de las plantas, el manejo de los prados y praderas, la aplicación de fertilizantes, las condiciones climáticas, la época del año y la distribución de los elementos minerales dentro de la planta, principalmente. Así, por ejemplo, con la madurez de las plantas, la concentración de proteína, energía, calcio, fósforo y materia seca digestible suelen reducirse, mientras que la concentración de fibra aumenta. Por estos motivos los valores que se citan a lo largo del presente documento son valores promedios.

En el caso del caserío Vista Alegre, las vacas pastan las praderas y los prados a lo largo de los meses que el tiempo permite (marzo-abril a noviembre), a la vez que se cosecha hierba de los prados para verde, heno o silo para alimentar las vacas durante los meses de invierno. Muchos de los prados (pero no todos) han sido intervenidas en mayor o menor grado a lo largo de los años, principalmente con siembras de ray-grass inglés (Lolium perenne) y trébol blanco (Trifolium repens). En este sentido los pastos de Vista Alegre no se diferencia en gran medida de los pastos de otros muchos caseríos de Euskal Herria, donde dominan las gramíneas y las leguminosas, las dos familias de plantas que conjuntamente mejor aportan toda clase de nutrientes al ganado.


Trébol blanco

Ray-grass inglés

No obstante, la mayoría de las resiembras en el caserío Vista Alegre han tenido lugar hace ya dos o más décadas, con excepciones como una parcela parcialmente renovada en 2010. (Cabe decir que también hay parcelas que no han sido resembradas en más de 50 ó 60 años). Es de subrayar que estas resiembras artificiales no se realizan todos los años, por lo que desde la última vez ha habido una evolución de los pastos, que hoy día están poblados por más de 125 especies diferentes de, principalmente, gramíneas y leguminosas pero también de otras familias como las compuestas, ranunculáceas, escrofulariáceas, labiadas, etc. La importancia de este dato no se encuentra solamente en los aportes nutricionales de cada planta (su mayor o menor aptitud forrajera), sino en que distintas especies aportan distintos elementos nutritivos en diferentes cuantías a la vez que distintas especies tienen diferentes funciones de igual importancia para el modelo agroecológico que la alimentación propiamente dicho, como resistir el pisoteo del ganado y así ayudar a conservar el suelo, aumentar la biodiversidad y así ayudar a mantener la fauna edáfica (del suelo) y el equilibrio de las redes tróficas, tener interés melífero y así promover la polinización al atraer abejas, moscas, etc.

Cabe insistir, en todo caso, que no se conocen bien las características nutritivas de todas las plantas que habitan las praderas o los prados, por lo que solamente se pueden ofrecer datos parciales sobre las mismas.

Hay distintas maneras de analizar la nutrición animal, entre ellas, una que identifique cada elemento por separado (proteínas, vitaminas…) y que se ha empleado en el presente documento, y otra basada en programas de alimentación que centran su análisis en algunos datos básicos y otros más elaborados: % materia seca (%MS), energía metabólica (EM – Mcal/kgMS), % proteína bruta (%PB), % de proteína degradable en el rumen (%PDR), % de fibra detergente neutro (%FDN), etc. Evidentemente no todos los elementos de valor nutritivo presentes en las plantas son disponibles, accesibles o aprovechables para las vacas y algunos se pierden a lo largo de la alimentación y digestión. Por lo tanto, este segundo método de análisis identifica el valor nutricional de las plantas que pueden aprovechar las vacas. Se incluye un ejemplo de este último método de análisis según las materias empleadas en la alimentación ganadera al final del apartado 2.

A continuación se examinan las necesidades de cada elemento nutritivo de las vacas lecheras, para ver hasta qué punto los satisfacen los pastos del caserío Vista Alegre.


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Especial para colegios: pinchar en nuestra zona de colegios para información especial sobre el caserío y su quesería-obrador.Hay material para usar en el colegio o para conocer el tipo de visitas que el alumnado nos puede hacer.



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